Luz. Elemento imprescindible de nuestras vidas, que ya no termina en cuanto se pone el Sol. ¿Qué bombillas tienes en la habitación donde te encuentras? ¿Y la lámpara que tienes al lado, que tipo de bombilla usa? ¿Y en la cocina? Hoy le dedicamos la entrada a estos pequeños elementos que nos aportan luz. ¡Vamos a analizar las bombillas más comunes y sus características!
Bombilla incandescente: ¿Quién no se ha quemado alguna vez con una de estas?
Son las bombillas de toda la vida, las más comunes en todas nuestras casas y lugares de trabajo. Se caracterizan por emitir una luz amarillenta y cálida.
- Vida 1000h. Generan de 12 a 18 lm/W*.
- Ventajas: Se encienden al instante.
- Desventajas: Emiten calor y de vida corta.
Bombillas halógenas: Más luz, y más blanca.
Su filamento se calienta a mayor temperatura. Son comunes para usos ambientales y producen una luz blanca y focalizada.
- Vida 3000h. Generan de 18 a 22 lm/W.
- Ventajas: Gran capacidad de iluminación.
- Desventaja: Genera mucho calor y es más cara que la anterior.
Bombillas-Fluorescentes: Luz a gran escala.
Son las típicas que encontramos en lugares de trabajo y estudio amplios, ya que producen una gran cantidad de luz. Éstas consumen gran energía al encenderlas, pero después su consumo es mínimo, por ello es ideal para estos espacios iluminados continuamente.
- Vida: 8000h. Generan de 50 hasta 90 lm/W.
- Ventajas: De bajo consumo y larga vida.
- Desventajas: Luz no recomendable para largos periodos. Sus parpadeos.
Lámparas de bajo consumo: Las más eficientes.
Utilizan el mecanismo muy similar a los fluorescentes pero en forma compacta. Su bajo consumo y larga vida te puede hacer ahorrar a largo plazo en tu factura de la luz.
- Vida: 7500h. Generan unos 50 lm/W.
- Ventaja: De muy bajo consumo y de larga duración.
- Desventaja: Su precio. Si se enciende y se apaga mucho se acorta su vida útil.
*lm/W: lúmenes por vatio. Medida de eficacia luminosa.
Si has llegado hasta aquí, ya sabes, ¡comenta, puntúa o pásalo!
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