una opinión.
Hace un par de entradas comentávamos la noticia de la reducción del límite de velocidad en autovías y autopistas a 110km/h y la bajada de precios de los billetes de Renfe como medida paliativa para el consumidor. Esto generaba multitud de polémicas, a nivel ciudadano -por los 110km/h-, y a nivel político sobre a quien pertocaba pagar el pato de la reducción del precio de los billetes de tren.
A dia de hoy aún no se conoce si finalmente la Comunidad de Madrid y la Generalitat de Cataluny aplicaran este descuento.De todas formas, si algo queda claro estas semanas es que la ecología tiene un precio. Un precio que el ciudadano de hoy no esta dispuesto a pagar, seguramente por la actual situación del país. A medida que sale a la luz, cabezazos contra ella, si es que tiene un precio que no sea contribuir a subsanar claramente las penosas consecuencias de la crisis.
Que no sean malinterpretadas estas palabras, las listas de los parados deben ser y son la principal preocupación del país y por ende del gobierno. No obstante no debemos paralizar todos los demás temas ciudadanos que nos llevarán a prosperar en el día de mañana, cuando la crisis haya terminado.
No cometamos errores del pasado. Que lo que ahora nos sucede nos sirva para darnos cuenta que es necesaria una sociedad más eficiente en todos los sentidos, y ello pasa hoy por hoy por ser solidarios.
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